El contexto salvadoreño
La República de El Salvador está situada en el istmo centroamericano. Tiene una extensión territorial de 21.040,79 km2 que hacen frontera con Guatemala (al norte), con Honduras (al este) y su costa está bañada por el Océano Pacífico.
La forma de gobierno es presidencialista y para ejercer el poder legislativo cuenta con una sola cámara de personas representantes, denominada Asamblea Legislativa; a los que se agrega el Órgano judicial. Administrativamente se divide en 14 departamentos, en los que se integran los 262 municipios que componen el país.
El Salvador cuenta con una población de 6.642.767 personas (53% mujeres), con una densidad poblacional de 313 habitantes por km2 (la segunda mayor de América Latina después de Haití). De la población del país el 61,7% se ubica en entornos urbanos y el 38,3 % en la zona rural, consolidando el proceso de urbanización poblacional.
Una característica fundamental es que la población es mayoritariamente joven, puesto que el 52,6% de la población es menor de 30 años, mientras que el 13,2% tiene una edad de 60 años o más.
Pobreza y desigualdad
Según un estudio de OXFAM, El Salvador es uno de los países en América Latina y El Caribe que reporta altos niveles de desigualdad económica y social.
El número de población salvadoreña emigrante es muy alto, aunque no se disponen de datos oficiales porque muchas personas migran de manera no regulada. Se calcula unas 2.900.000 personas viven fuera del territorio, de los que dos millones y medio lo hacen a Estados Unidos. Las remesas que envían desde sus países de residencia suponen un 21,3% del PIB del país.
La pandemia ha traído a la región mayor pobreza, más desigualdad y una creciente presión sobre la clase media, según revela el informe "Desigualdad y Descontento Social: cómo abordarlos desde la política pública" del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El índice de pobreza en El Salvador pasa de estar en 28,5 % en 2019 a llegar a 35,9 % en el 2021, un alza de 7,4 %, y un retroceso de cuatro años de lucha contra esta situación.
Derechos humanos (DDHH)
Después de 30 años de la firma de los Acuerdos de Paz, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en su informe "Situación de Derechos Humanos en El Salvador”, considera fundamental garantizar el derecho a la verdad, justicia y reparación integral para las víctimas del conflicto armado, y llama al Estado a fortalecer la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos en esa época, también garantizando el acceso a los archivos que contengan información relevante para la investigación de los hechos.
En relación con los derechos de las mujeres, pese a los avances legislativos, se observa que El Salvador sigue siendo el país con mayor número de asesinatos de mujeres en la región. Ante ello, el Estado debe fortalecer el sistema de protección a mujeres y niñas víctimas de violencia, incluyendo la creación de un Fondo Especial de Reparación a Mujeres Víctimas de violencia feminicida.
La pobreza, la violencia y las desigualdades son reconocidas como parte de las causas y consecuencias de la afectación a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de la población víctima de desplazamiento forzado interno. Al respecto, otra de las recomendaciones es la implementación de medidas integrales que pongan los derechos en el centro de las estrategias de prevención, particularmente la vivienda, trabajo, educación y salud.
El informe también documenta la hostilidad e intimidación a periodistas y personas defensoras de derechos humanos por parte de actores gubernamentales, tales como denuncias de organizaciones y medios de comunicación sobre restricciones en el acceso a la información pública. La CIDH recomienda la adopción de las medidas necesarias para garantizar un entorno de trabajo seguro para las personas defensoras y periodistas; y el derecho de acceso a la información pública.