18 junio 2016 - por Mª del Mar Fernández
Voluntaria cooperante de ASOL, acaba de regresar de El Salvador donde realiza un estudio de eficiencia energética y colabora con la asociación de ANADES.
Me gusta pensar que nacemos como folios en blanco, y que son las acuarelas de colores de la gente que nos rodea y las témperas de brillos de las experiencias que vivimos que nos van tintando, coloreando hasta que nace de esa mezcla de colores, la vida y la identidad de cada una de nosotras. Me gusta así sentirme un trocito de mundo, un pequeño trozo de mundo bonito, con sus muchas luces, sus tantas sombras y sus iguales grises.
Hoy me paré a mirar ese folio que es mi vida y encontré una mezcla de colores que me hicieron sonreír, el misterio de estos sólidos colores nace de mi experiencia en El Salvador por primera vez en agosto de 2012 y después, de julio a diciembre de 2015. Esta experiencia se desarrolló dentro de la Asociación Nuevo Amanecer (ANADES). Desentrañar esta mezcla de colores, pretender ser una forma alegre de dar las gracias a ANADES por la experiencia vivida.
En esta mezcla de colores encontré primero un rojo fuego, que mira y conoce la historia pasada con ojos grandes y sin miedo, conoce sus desgarres y dolores como balas que atraviesan el cuerpo y duelen, pero no detienen. De ahí, cantaba un azul que buscaba tomar la historia de la mano para proyectarla como sueño colectivo hacia la esperanza que se sigue retorciendo valiente y rebelde en cada una de nuestras mañana. El amarillo conocía la necesidad de cuidar el cuerpo con la revolución que implica hacerlo desde la naturaleza, la tierra y sus miles de plantas medicinales, y el naranja llamaba a transformar desde las experiencias comunitarias que potencian la responsabilidad individual desde la niñez.
Estos colores marcaron mi experiencia y pretenden no ser más que una invitación a descubrirlos, a dejarte colorear, porque quizá sea esta una bonita forma de hacernos felices transformándonos y transformando el mundo a uno lleno de miles de colores.
Mª del Mar Fernández
Voluntaria cooperante