agosto 2008 - por Ceci y Juncal
Te vas en verano al El Salvador con poca información del pueblo salvadoreño pero con los ojos bien abiertos.
La Asociación Nuevo Amanecer (ASOL) te acoge en su casa y tienes el privilegio de entrar en la realidad del país sin disfraces ni maquillajes. En tu cabeza se agolpan la miseria, la naturaleza espectacular, las laderas ocupadas por maizales, un cielo azul que por la noche sabe brillar con relámpagos, tormentas que hacen que te preguntes con más insistencia por qué no hay agua en los grifos.
Pero lo que de verdad te emociona son los niños y ancianos que miras y te miran en las champas, la esperanza que los salvadoreños regalan generosamente.
Y vuelves llena de la sonrisa de rostros que han compartido parte de su vida contigo. De personas que hacen verdad que no hay que tener mucho para ser mucho (como parece que decía Ellacuría) y que luchan con valentía por un mundo más justo.
Llega Navidad y sabes que Jesús volverá a nacer en cada champita del mundo y no en la pobreza de nuestra riqueza.
¡Ha sido bien chulo!
De corazón, gracias
Qué Dios les bendiga
¡Feliz Navidad!
Un beso grande grande
Ceci y Juncal