Junio 2017 - por Ascensión Ruíz
Amigas y amigos. Un saludo fraterno desde El Salvador.
Después de una corta estancia en El Salvador, esta vez solo serán tres meses; antes de esta estancia pasé varios meses en España. Durante mi estancia larga allí, me di cuenta de lo poco que se habla de El Salvador y cuando se habla, últimamente, es solo para hablar de violencia. Creo que las noticias de los medios de comunicación, en su mayoría, nada tienen que ver con lo que escribió Eduardo Galeano: “Uno escribe a partir de una necesidad de comunicación y de comunión con los demás, para denunciar lo que duele y compartir lo que da alegría”.
Es cierto que hay muchas cosas que duelen y ojalá no nos falte el valor para denunciar. Una de las cosas que duelen en este país es realmente la violencia, es un hecho que no se puede negar en El Salvador, a pesar de sus luchas por la construcción de un país con justicia y paz, desde mi punto de vista, debajo de la violencia actual se esconden las grandes desigualdades que persisten. Si es verdad que el gobierno está tomando algunas medidas, que pueden ser acertadas o no, parece por momentos que hay reducción de la violencia. Por desgracia, son siempre los pobres que mueren y los que en apariencia están involucrados y la pregunta es, ¿movidos por quienes y por qué intereses? Pero para esto hay muchos analistas de todo tipo que lo hacen y yo no me siento capacitada para hacerlo.
En esta ocasión más bien quiero compartir las cosas que pienso me parecen positivas y que dan alegría.
En primer lugar del trabajo de la Asociación Nuevo Amanecer de El Salvador (ANADES). Como dice la canción salvadoreña El Sombrero Azul, “dale que la marcha es lenta, pero sigue siendo marcha”, así se va haciendo camino siempre en marcha, desarrollando los proyectos con empeño y el entusiasmo de las y los beneficiarios, tanto en los financiados a través de nuestra Asociación Amanecer Solidario (ASOL) como de otras Agencias u ONGs. Así he podido ver en Torola con las ganas de aprender de mujeres, hombres y jóvenes, informándose sobre los problemas que nos aquejan hoy en el medio ambiente, las prácticas nocivas que se han desarrollado, formándose y tomando conciencia de las acciones a tomar en nuestro medio y el manejo para hacer de nuestra pequeñas parcelas, huertos saludables que ayuden a mejorar nuestra alimentación y nuestra salud.
Siguen adelante las Cajas Comunitarias de Ahorro y Crédito, las iniciativas económicas, el programa de Educación para la Paz en la niñez, adolescencia y sus familias, el desarrollo de la finca, etc.., sabiendo que en todos los programas habrá participantes que, por circunstancias externas o internas, se quede a mitad del camino, lo importante es el intento de hacer, mejor que no hacer nada. Todo ello sin dejar de lado las asambleas de personal que cada dos meses se realizan para compartir y analizar la realidad, reflexionar sobre valores y poder hacer el trabajo bien y con entusiasmo, compartiendo con las diferentes personas con las que estamos relacionadas.
ANADES está coordinando con los municipios y con las escuelas de estos municipios donde tiene presencia, un trabajo con alumnos profesores y padres/ madres sobre resolución de conflictos como alternativa para la Paz.
A nivel de País, en algunas municipalidades como Mejicanos, donde están situada las oficinas de ANADES y otros servicios, como el Centro de Desarrollo Infantil, la Clínica, el Centro de Usos Múltiples que hace parte del gran San Salvador, hasta hace poco denominada como una de las zonas más violentas, he notado los esfuerzos que se están haciendo, esfuerzos en la educación, la promoción de una cultura de paz, el ordenamiento de mercados, parques, calles y el empeño por la limpieza, que está acompañada en colonias y barrios con educación sobre la repercusiones para la salud de tener un ambiente limpio o no. Trabajo difícil, pero algo se va logrando. El gobierno está también haciendo esfuerzos en educación y cultura dando un gran impulso a las casas de la cultura en todo el país.
En Salud con los ECOS (Equipos Comunitarios de Salud), están llegando a la población rural en los lugares más escondidos.
Un hecho que ha tenido repercusión, parece a nivel internacional, es que el 29 de marzo fue aprobada por la Asamblea Legislativa la Ley contra la Explotación de la Minería Metálica, el primer país en tomar una medida así. Una Ley importante para los pueblos de América Latina, donde tantos campesinos/as han sido asesinados/as por sus luchas en contra de la explotación de sus minas, en contra del envenenamiento de sus aguas y la defensa del medio ambiente.
Quedan muchas luchas pendientes, como la Ley del agua. Sobre los mantos acuíferos se montaron empresas como la Coca Cola, Jumex de jugos, acaparando el agua y hoy el pueblo compra el agua teñida, es decir la Coca Cola y otro tipo de gaseosa, mientras para mucha población sigue siendo un problema el poder disfrutar del líquido limpio.
Una de las reivindicaciones más sonada el 1 de mayo, fue la Reforma de pensiones. Durante los gobiernos de Arena se privatizaron muchas cosas, entre ellas el Sistema de pensiones. Otro de los negocios rentable de la empresa privada. En estos momentos, hay toda un confrontación política. Queda mucho por hacer todavía, cosas que se podrían hacer sin más y otras que no dejan de encontrar tropiezos.
Volviendo a Eduardo Galeano “Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá, pero quizá desencadenen la alegría de hacer y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable.”
Solo nos queda seguir soñando y actuando sobre la realidad para que otro mundo sea posible aunque a veces cueste creerlo. Con Esperanza y empeño sigamos caminado, esperando que en El Salvador, ni sequías, ni tormentas, ni terremotos, vengan a poner nuevas trabas de dolor y pobreza.
Con afecto. Ascensión Ruíz