JORNADA TESTIMONIOS FELICITACIONES
Compartimos algunos testimonios y agradecimientos de personas que nos han acompañado a lo largo de estos 20 años.
¡Muchas gracias a todos!
Quiero agradecer a todas las personas, entidades, voluntarias y voluntarios que han ido a El Salvador y a las personas que desde aquí siguen colaborando con estos proyectos y programas para que la solidaridad sea el idioma del mundo.
— Amparo Estellés
Quiero agradecer toda la colaboración, participación y las relaciones creadas entre ASOL y ANADES. Agradezco también a las personas que nos han acogido en El Salvador, que nos han acompañado y dado conocer, desde dentro, la realidad de El Salvador.
— Ascensión Ruiz
Agradezco a las personas que me han acogido en El Salvador y animo a aquellas personas que sientan ese compromiso de ser solidarios con los pueblos más empobrecidos a que participen, viajen o se comprometan con ASOL u otra organización para canalizar ese sentimiento humano que todas las personas debemos tener.
— Luis Miguel Martínez
Visité ANADES por primera vez tan solo cuatro años después de la firma de los Acuerdos de Paz, en el año 1996, y desde entonces hasta ahora, son muchas las personas de esa gran familia con las que he podido compartir experiencias, trabajar en equipo y apoyar en momentos difíciles, como en inundaciones de las comunidades del Bajo Lempa. Para mí, cuando estoy en San Salvador y llegó al Centro Infantil de San Ramón, me siento como si estuviera en casa.
— Bárbara Esplugues
En septiembre de 1998 viajé por primera vez a El Pulgarcito y conocí a unas personas que sin duda reforzaron mi compromiso personal con su país y con su pueblo. Mucho antes, y ahora lo sé, ya estaba ligado a El Salvador, a Monseñor Romero, a los jesuitas. Ahora se que aquella tarde del verano de 1998 en Valencia, en casa de Ascen, donde por mediación de CEDSALA se decidió que fuéramos a El Salvador y no a otro país, mi vida quedaría ligada por siempre a este entrañable y querido país.
¿Que qué es ASOL para mí? Es el Centro San Ramón, la Comunidad El Paraiso, El Mozote, Perquín y Torola, ANADES y Las Comunidades, las tortilla y pupusas, el atol,… Mª Isabel, Ana Miriam y Zacarías… El Padre Rogelio… Valencia y todos vosotros, compañeros y compañeras de ASOL. Solo puedo decir y dar las gracias por haberos conocido.
— Carlos Sangüesa
ASOL es un potencial de amor y dignidad, que construye puentes con la otra orilla, nos nutre de imágenes y voces que saben a silencios y resistencias, nos descubre que nuestro bienestar y desarrollo descansa sobre los hombros de terceros, y reivindica respeto y justicia para un pueblo que no dejó de esperar y de luchar. No importa lo que hacemos por El Salvador, sino lo que El Salvador hace por nosotras y por nosotros.
— Joaquín García Roca
Al principio, una forma de conocer El Salvador a través de la convivencia con sus gentes. Después, conocer mejor su idiosincrasia y facilitarme el peregrinaje por su país. De vuelta a casa, gracias a ASOL, estoy al día en cuanto a la situación del país por la fructífera labor que llevan a cabo.
— Pepa Úbeda
En el poco tiempo que estoy en ASOL, he podido recordar y sobretodo acercarme a la realidad de CentroAmérica y sus pueblos, constatar cómo su realidad sigue siendo dura, pobre, muchas veces desesperanzada, pero también humilde y alegre y esto es algo que deberíamos recordar cada mañana cuando nos levantamos en este mundo occidental, egoísta, rico y poderoso. Y sobretodo, el compromiso del grupo de personas que componen ASOL y que trabajan a través de su experiencia técnica, profesional y social, para conseguir que en El Salvador, otro mundo mejor sea posible.
— Marita Macías
Tras mi paso por El Salvador en 2001, fue el revulsivo que me enganchó a una realidad de injusticia social. Desde ASOL quise aportar ese grano de arena que junto a otros hace que se muevan las dunas del desierto. El ver las barriguitas hinchadas de unos niños desnutridos en Morazán, fue una vacuna contra la indiferencia. Durante años ha sido el nexo de unión con esta realidad.
— Miguel Esplugues
Durante el tiempo que participé activamente en ASOL tuve la oportunidad de conocer un grupo de personas comprometidas con el desarrollo integral de unas comunidades muy concretas y muy reales en diferentes regiones de El Salvador. Se me dio la oportunidad de visitar los proyectos sobre el terreno, donde viví la calidez de la gente salvadoreña y pude ver la importancia que para ellos tiene el apoyo que les presta ASOL para mejorar sus condiciones de vida, en especial en lo referente a la salud y educación infantil, y también en la economía y desarrollo rural en el proyecto localizado en la Sierra del Bálsamo. Fui testigo más o menos silencioso de todo. Mi aportación fue meramente presencial, quizá no podía dar más de mí en aquel entonces, sin embargo, la experiencia me enriqueció y se quedó en mi interior como una semilla de verdad y de vida auténtica.
— Yann Javier Medina
La Asociación Amanecer Solidario es para nosotros una expresión de la solidaridad con el Pueblo de El Salvador, donde tuvimos la oportunidad de visitar y vivirlo en primera persona, cuando tu pensabas que ibas a ayudar, te sentías ayudado y la bonita experiencia de vivirlo y compartirlo con un grupo de personas donde te sientes en familia.
— Loli Lis y José Luis López Yañez
A través de ASOL he podido seguir en contacto con El Salvador, mi estancia en este pequeño y gran país, allá por el año 2001, me impactó, me sirvió de admiración a su gente, a su capacidad de superación, y fue el motor para seguir de alguna manera en contacto con aquella realidad, en definitiva mi granito de arena para un mundo más justo y ver que se pueden hacer con pequeñas cosas, grandes cambios.
— Elvira Avargues
Fue en el año 2001, viajamos en agosto después de los terremotos. Fue una experiencia de vida, de compromiso, de descubrimiento del SUD. Descubrir que los pueblos más empobrecidos luchan, se organizan y que quieren decidir su futuro. Que las personas afortunadas del Norte tenemos mucho que aprender y callar… ASOL significa el inicio de mi compromiso con un mundo más justo donde cabemos todas las personas.
— Rebeca Rodríguez
A pesar de los años transcurridos desde que estuvimos en el Salvador, 2002, seguimos sintiendo mucho cariño por todas las personas que conocimos allí; grandes y pequeñas. Conservamos en nuestro corazón la mirada de las niñas y los niños, con ojos muy abiertos, atentos a lo que les contábamos de nuestro pueblo y nuestra familia. Al contemplar a día de hoy las fotos que hizo Paco, siempre me hacen sonreir y, a la vez, me pregunto qué porvenir tienen. Siento rabia por las desigualdades, por haber nacido en un lugar o en otro. ASOL es necesaria e imprescindible.
— Amparo y Paco
Hacer nacer un alba cada día
solidaria ternura de las gentes,
oír, abrir abrazos, tender puentes
en esta universal comensalía.
De América el pequeño pulgarcito
con grande corazón como Romero,
pastor y mártir, profeta pionero
del pueblo pobre santo favorito.
ASOL y ANADES, par comunitario,
más que dar y recibir, todo es darse
en este hermanamiento voluntario.
Las personas y vidas que a diario
aprenden a conocerse y amarse
dan luz a un amanecer solidario.
— Deme Orte Jiménez
Desde ASOL os animamos a visitar los proyectos de desarrollo que llevamos a cabo en El Salvador.
Es un viaje que pide un esfuerzo pero ofrece muchas satisfacciones a quien lo realiza. Conocerás in situ el trabajo que allí realizamos y formarás parte de una iniciativa solidaria que concibe como propios los problemas de las comunidades más desfavorecidas.